miércoles, 9 de junio de 2010
martes, 8 de junio de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
Un gran aporte a la salud.. muy bien Patarroyo.
Manuel Elkin Patarroyo Murillo es un patólogo colombiano nacido en (Ataco, Tolima, Colombia, 3 de noviembre de 1947)[1] conocido por el desarrollo de una vacuna sintética contra la malaria, una enfermedad transmitida por el mosquito Anopheles gambiae. Esta vacuna ha sido ya probada en áreas que sufren esta enfermedad como epidemia (Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil y, más recientemente, en diversos países africanos)[1] . El descubrimiento le valió en 1994 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica
Manuel Elkin Patarroyo es fundador y actual Director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia asociado a la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, profesor y director de la línea de investigación en Relación Estructura-Función en la Búsqueda de Vacunas Sintéticas en el doctorado en ciencias biomédicas de la Universidad del Rosario y Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, para el desarrollo de Vacunas sintéticas contra la Malaria, la Tuberculosis y la Lepra.
La Fundación dirigida por Manuel Patarroyo desarrolla vacunas contra enfermedades infecciosas, producidas por síntesis química, lo cual las hace económicas, facilita aproximarse a su nivel molecular y permite realizar un diseño sitio-dirigido. El instituto también promueve la capacitación de personal científico a nivel de pregrado y de post grado, fomenta y ejecuta pasantías, asesorías y tutorías.[4]
Desde los primeros años de funcionamiento del Instituto de Inmunología y de la actividad investigativa de Manuel Elkin Patarroyo, se aprecia un particular interés por la inmunología y la genética, aplicadas a la reumatología, la neumología, la fisiología y enfermedades del tórax. En el campo de la genética, Patarroyo y su equipo han trabajado los marcadores genéticos y han podido determinar que en el caso de las enfermedades infectocontagiosas, cuya etiología se ha considerado siempre externa, existe una predisposición genética, es decir que algunos individuos nacen genéticamente "marcados" para contraer determinadas enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la fiebre reumática y la lepra.[5] Este descubrimiento es de suma importancia, pues si desde el momento del nacimiento se pueden establecer los marcadores genéticos que señalan a un individuo como susceptible de contraer una determinada enfermedad, la medicina podrá someterlo a un proceso de inmunización o, al menos, a alguna forma de prevención que disminuya el riesgo. Sin embargo, es en el campo de la producción de vacunas sintéticas, donde Manuel Elkin Patarroyo y su grupo de investigación ha obtenido los logros de mayor importancia.
Entre 1986 y 1988 la vacuna sintética (SPf66) fue creada y probada en una colonia de micos de la región amazónica, los Aotus trivirgatus, y en un grupo de jóvenes bachilleres voluntarios que prestaban su servicio militar. en estudios a lo largo de Suramerica, incluyendo venezuela,[6] ecuador,[7] Brasil,[8] entre otros, la vacuna presento diferentes comportamientos, alcanzando entre una bajo a moderado nivel de proteccion (14-28%).En estudios realizados en africa, lavacuna presento un nivel moderado de proteccion (31%) en Tanzania[9] y en otros paises, presentando ciertos problemas en la reproducibilidad en la produccion de la vacuna, asi como problemas tecnicos.
Por otro lado, la posibilidad de producir la vacuna sintética despertó inicialmente el interés y la curiosidad de los grandes laboratorios farmacéuticos. A este respecto, el Dr. Patarroyo, en un acto de generosidad, rechazó ofertas de una empresa farmaceútica para vender la patente por 74 millones de dólares. En su lugar, Patarroyo la donó en mayo de 1993, a la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la condición de que su producción y comercialización fueran hechas en Colombia, lo que implicaba el montaje de una moderna planta destinada a producir la vacuna industrialmente.Dicha accion altruista le ha correspondido numerosos premios a nivel internacional, incluyendo el premio a la convivencia 2009 de España,[10] y mas recientemente el premio Sabino Arana 2009.[11]
Sostienen algunos que aunque se critica la eficacia limitada de la fállida vacuna, un 30% de personas protegidas supondría un millón de vidas salvadas.Actualmente Manuel Elkin Patarroyo continúa laborando en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, donde dirige diferentes proyectos de investigación como el del diagnóstico del cáncer de cuello uterino,[12] enfermedad que anualmente causa la muerte a 2500 mujeres en Colombia.[13] [14]
Manuel Elkin Patarroyo es fundador y actual Director de la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia asociado a la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, profesor y director de la línea de investigación en Relación Estructura-Función en la Búsqueda de Vacunas Sintéticas en el doctorado en ciencias biomédicas de la Universidad del Rosario y Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, para el desarrollo de Vacunas sintéticas contra la Malaria, la Tuberculosis y la Lepra.
La Fundación dirigida por Manuel Patarroyo desarrolla vacunas contra enfermedades infecciosas, producidas por síntesis química, lo cual las hace económicas, facilita aproximarse a su nivel molecular y permite realizar un diseño sitio-dirigido. El instituto también promueve la capacitación de personal científico a nivel de pregrado y de post grado, fomenta y ejecuta pasantías, asesorías y tutorías.[4]
Desde los primeros años de funcionamiento del Instituto de Inmunología y de la actividad investigativa de Manuel Elkin Patarroyo, se aprecia un particular interés por la inmunología y la genética, aplicadas a la reumatología, la neumología, la fisiología y enfermedades del tórax. En el campo de la genética, Patarroyo y su equipo han trabajado los marcadores genéticos y han podido determinar que en el caso de las enfermedades infectocontagiosas, cuya etiología se ha considerado siempre externa, existe una predisposición genética, es decir que algunos individuos nacen genéticamente "marcados" para contraer determinadas enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la fiebre reumática y la lepra.[5] Este descubrimiento es de suma importancia, pues si desde el momento del nacimiento se pueden establecer los marcadores genéticos que señalan a un individuo como susceptible de contraer una determinada enfermedad, la medicina podrá someterlo a un proceso de inmunización o, al menos, a alguna forma de prevención que disminuya el riesgo. Sin embargo, es en el campo de la producción de vacunas sintéticas, donde Manuel Elkin Patarroyo y su grupo de investigación ha obtenido los logros de mayor importancia.
Entre 1986 y 1988 la vacuna sintética (SPf66) fue creada y probada en una colonia de micos de la región amazónica, los Aotus trivirgatus, y en un grupo de jóvenes bachilleres voluntarios que prestaban su servicio militar. en estudios a lo largo de Suramerica, incluyendo venezuela,[6] ecuador,[7] Brasil,[8] entre otros, la vacuna presento diferentes comportamientos, alcanzando entre una bajo a moderado nivel de proteccion (14-28%).En estudios realizados en africa, lavacuna presento un nivel moderado de proteccion (31%) en Tanzania[9] y en otros paises, presentando ciertos problemas en la reproducibilidad en la produccion de la vacuna, asi como problemas tecnicos.
Por otro lado, la posibilidad de producir la vacuna sintética despertó inicialmente el interés y la curiosidad de los grandes laboratorios farmacéuticos. A este respecto, el Dr. Patarroyo, en un acto de generosidad, rechazó ofertas de una empresa farmaceútica para vender la patente por 74 millones de dólares. En su lugar, Patarroyo la donó en mayo de 1993, a la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la condición de que su producción y comercialización fueran hechas en Colombia, lo que implicaba el montaje de una moderna planta destinada a producir la vacuna industrialmente.Dicha accion altruista le ha correspondido numerosos premios a nivel internacional, incluyendo el premio a la convivencia 2009 de España,[10] y mas recientemente el premio Sabino Arana 2009.[11]
Sostienen algunos que aunque se critica la eficacia limitada de la fállida vacuna, un 30% de personas protegidas supondría un millón de vidas salvadas.Actualmente Manuel Elkin Patarroyo continúa laborando en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia, donde dirige diferentes proyectos de investigación como el del diagnóstico del cáncer de cuello uterino,[12] enfermedad que anualmente causa la muerte a 2500 mujeres en Colombia.[13] [14]
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